Fallas del Cap i casal

Esta presentación tuvo lugar en la Sala Lanube de la calle Sevilla dentro de la Valencia Disseny Week.

En una nueva propuesta, dirigida a desterrar la indiferencia de los ojos del espectador, la que es por méritos propios adalid del movimiento innovador en las fallas presentó ayer unas pinceladas de lo que será su proyecto de 2013. Corona, tras la etapa protagoniza por el apellido Ruiz, cambia de registro y se mira a sí misma, a sus raíces y a la esencia que llevó a la falla Mossén Sorell-Corona al estadio actual, a ser amada por muchos y no tan querida por otros. A ser, en definitiva, un revulsivo dentro del mundo de las fallas.

En esta ocasión es el estudio formado por los diseñadores Iban Ramón y Didac Ballester el encargado de dar forma a una reflexión sobre lo racargado, lo barroco y la esencia misma de la falla, a la ausencia de idea en un exceso de forma, a un fondo inexistente oculto por la falta de ideas, a la ornamentación fallera.  El estudio teórico de “Ornament i delicte” es lo que todos aquellos que quisieron pudieron ver ayer en la Sala Lanube dentro de la programación de la Valencia Disseny Week.

Además de los nombres de los diseñadores del proyecto, uno más se une a la fiesta de Corona. Y es que Emilio Miralles retorna a una plaza que no le es ajena, donde ya plasmó algunas de sus líneas características en fallas como “Tentaciones”, plantada frente a La Beneficencia en 2005.

Según Miguel Ángel Pérez, presidente de la comisión, “Iban y Didac han manifestado en todo momento un respeto absoluto por las fallas, y eso se va a notar en el remate de la falla, que será de tono humorístico”.