La Pirotecnia Peñaroja de Vall d'Uixó abrió plaza, como así lleva haciendo desde hace más de dos décadas. | Había ganas de pólvora. El cielo encapotado y la amenaza de lluvia no impidieron que el gentío acudiera a la plaza con ganas de fiesta. Los balones hinchables anunciados ayudaban al disfrute, siempre que no llegaran a manos de las autoridades que no estaban por la labor de permitir el inocente entretenimiento. Las Falleras Mayores de Valencia y sus Cortes de Honor tomaron el balcón deseosas del primer envite festivo, y tras los primeros consejos del concejal sobre la utilización del micrófono, sonaría el primer aviso. La presencia de la Alcaldesa llegaría en el último minuto, relegándose por tanto los previsibles silbidos. El "algarrobo" se colocaría el casco verde y Carmen Sancho De Rosa entonaría el preceptivo "Senyor pirotècnic, pot començar la mascletà" y la pirotecnia Peñaroja de Vall d'Uixó cumplió con la orden, como así lleva haciendo desde hace más de dos décadas. Un disparo tradicional y comedido que mató el gusanillo de todos los ávidos de pólvora. Al término ovación, y saludo desde el balcón consistorial. La lástima sería que quienes en su derecho de manifestarse equivocaran el momento, ya que apenas hubieron saludado los responsables del disparo, la alcaldesa de la ciudad se retiraría a sus menesteres, y el comité de empresa de RTVV, con presencia en el balcón "de la mano" de la Coalición Compromís, seguirían silbando a pie del consistorio, cuando solamente se encontraban en este las Falleras Mayores y sus Cortes de Honor. Poco favor le hacen a su causa si persisten en esa actitud. |
Pirotecnia Valenciana sería la encargada del disparo aéreo conmemorativo del 75º aniversario de JCF | Pero la ansiada pólvora no quedaría exclusivamente destinada al disparo de las 14 horas, ya que en la Alameda se ultimaban los detalles del disparo conmemorativo del 75 aniversario de Junta Central Fallera y que a cargo de la Pirotecnia Valenciana tomaría el cielo valenciano a las 18 horas. Un disparo exclusivamente aéreo, y que a pesar del volumen de material quemado, y lo correcto de su ejecución, no llegaría a convencer. Ni mascletà, ni castillo. Un híbrido al estilo napolitano sin la cadencia clásica del buen hacer al que nos tiene acostumbrado la pirotecnia Llanera de Ranes. |