Con la demolición del casal enclavado en el número 9 de la calle Padre Ferris se pondrá fin a un culebrón que ha mantenido en tensión al colectivo de la falla Valle de Laguar durante más de un año. Y es que su local social estaba, y continúa estando, edificado en un trozo de terreno sin dueño ni nombre hasta hace poco. De esta forma, los miembros de la comisión, que este año celebra su 50 aniversario, buscan ahora un nuevo local en el que poder desarrollar su actividad.
La película de los hechos, tal y como nos cuenta el presidente de la falla, Ricardo Galán, se remonta a hace bastante tiempo, cuando un particular adquirió la finca colindante al casal y acudió a hablar con los ocupantes del casal. "Esta persona creía que estábamos en plan "okupa", confiesa Galán, "y le explicamos que teníamos las altas dadas y pagábamos la contribución".
Aquel propietario vendió el terreno a una promotora, que a su vez, a través de un expediente de adjudicación, se quedó con el terreno que ocupaba el casal, el cual por sí sólo no era terreno edificable. Y es que el casal se encontraba edificado en un espacio expropiado en su día por el Ministerio de la Vivienda. "Durante mucho tiempo hemos intentado legalizar nuestra situación", admite el presidente del colectivo.
En el mes de junio de 2006 comenzaron los verdaderos problemas. A través de una comunicación de desahucio la comisión fue consciente de la situación en la que se encontraba. Manifestaron poseer los recibos de contribución de la finca y remitieron una contestación. Finalmente, y tras un breve proceso judicial, las partes llegaron a un acuerdo y se fijó el día 2 de abril de 2007 como fecha límite para abandonar el local.
A finales del pasado marzo los falleros hacían entrega de las llaves al abogado de la empresa adjudicataria. "La comisión está muy molesta, porque entendemos que, por lo menos, nos tenían que haber informado de muchas cosas antes de llega a este punto", declara Galán, "aunque también hay que decir que de los actuales 130 metros cuadrados del casal, la zona del solar urbanizable, al seguir la línea de la calle Padre Ferris, sería de un poco más de 50 metros cuadrados; menos de la mitad del casal actual, y a un precio superior de 200.000 euros. Hubiéramos perdido más que ganar algo".
En estos días, la comisión busca un bajo para ubicar su casal, el local en el que poder celebrar una efeméride tan importante como el 50 aniversario del colectivo, celebración que se ha visto empañada por la pérdida del que fuera su lugar de reunión desde hace 34 años. "Ahora estamos negociando la compra de un bajo. Este año se van a tener que posponer muchas cosas, porque la prioridad es el casal", concluye el presidente de Valle de Laguar-Padre Ferris.
Fotos: Braulio Torralba