Bajo el paraguas de una propuesta del Gremio de Artistas Falleros de Valencia, todo parece indicar que desde la concejalía de Cultura Festiva se pretende hacer valer su política fallera suprimiendo la adjudicación consensuada actual, para elegir de forma unilateral la falla municipal.

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El pasado sábado y aprovechando los micrófonos del programa Cadafal Faller que dirige y presenta nuestro compañero Alejandro García, el concejal de Cultura Festiva Pere Fuset adelantaba una teórica “primicia” al comentar que tenía sobre la mesa una propuesta del Gremio de Artistas Falleros de Valencia para estudiar como adjudicar la falla municipal, con la que coincidía al 99,9% pero que quedaba matizar algunos detalles legales. Según adelantaba el concejal, con esta iniciativa se eliminaba el actual sistema de “concurso de bocetos” destacando la idea de intentar fomentar la construcción de la falla municipal con materiales menos contaminantes y que favorezcan el espectáculo de la cremà.

Siguiendo la hoja de ruta
Si recordamos la “Proposta de govern de Festes i Cultura Popular 2015-2019” realizada por el grupo Compromís con motivo de las pasadas elecciones en esta se proponía un cambio en el sistema de adjudicación de la falla municipal en los siguientes términos: “apostar por una falla municipal de carácter singular, con vocación de proyección exterior y tendiente a la innovación, con estímulo para la participación de jóvenes artistas falleros y la colaboración de otras disciplinas artísticas” así como la eliminación del actual sistema de jurado compuesto por una representación de todas las tendencias del consistorio apostando por “un comité de selección configurado por personas de prestigio relacionadas con las fallas y con la creación plástica”. La coalición que actualmente capitanea la concejalía, hacía también mención a los materiales bajo la idea de “garantizar la espectacularidad de la cremà de la falla municipal apostando por materiales de combustión limpia”.
Resulta ciertamente extraño que los artistas falleros estén preocupados en estas fechas por estos menesteres, pero más raro resultan que además sigan un patrón tan similar al programa electoral de la coalición, que coincide también en la forma de proceder unilateral que se aplicó hace unos meses para elegir quién sería el encargado del cartel de Fallas 2016, reconvertido en imagen gráfica, y cuya controversia sigue todavía en la calle.

Disconformidad con la propuesta
Ante lo expuesto por el concejal y la ratificación posterior del Maestro Mayor, buscamos como es habitual en esta redacción contrastar la “primicia” en este caso del presidente de JCF. Para ello nos pusimos en contacto con un nutrido grupo de artistas falleros, algunos de ellos de avalada experiencia para afrontar un proyecto como el municipal, e integrantes del colectivo gremial.
La contestación inicial resultó como mínimo curiosa, los artistas falleros desconocían la propuesta o se habían enterado de ella por los medios de comunicación. Un hecho que molestó a más de uno al entender que de ser cierto que la propuesta saliese del Gremio, no veían lógico hablar en nombre del colectivo sin haberla consensuado previamente. Otros mostraron opiniones que mejor no reproducir, o que respetando su voluntad, omitiremos sus nombres.
Entre el colectivo hay comentarios sobre la necesidad de no ser “clasificados” políticamente hablando, entendiendo que esto podría ser contraproducente para su trabajo.
Lo que era un hecho tangible es que la propuesta no parece estar respaldada mayoritariamente por el colectivo de artistas falleros que encabeza José Ramón Espuig, y que la denominada supresión del “concurso de bocetos” para la falla municipal, no confundamos con comisiones, se entiende mayoritariamente como excusa para otros fines dado que desde hace unos años no se dan a conocer los bocetos que no son elegidos, pudiendo por tanto ofrecerlos a otros posibles clientes.
Además muchos de ellos entienden que el “concurso de bocetos”, en el caso de la falla municipal, es una necesidad lógica para ofrecer una falla lo más consensuada posible, apuntando que incluso fueran los presidentes de falla quienes decidieran la falla municipal en lugar de los políticos, al ser ellos quienes teóricamente están más acostumbrados a “comprar una falla” y son conocedores del trabajo de los artistas falleros.

Algunos especulan que pudiera ser una propuesta “dirigida” con la finalidad entre otros motivos que el Ayuntamiento se pueda escudar en ella para aplicar o contratar unas tendencias artísticas, y artistas, que entienden minoritarias, ya que la falla actual como la conocemos, no es del agrado de la concejalía.
De hecho si escuchamos nuevamente las palabras del concejal encontramos que en un momento determinado de la entrevista se le “escapa” voluntaria o involuntariamente, que lo que parecía inicialmente como una propuesta propia de Gremio, repetido en varias ocasiones, se había convertido en un encargo realizado por la propia concejalía, “nosotros hemos encargado una propuesta al Gremio” diría Fuset.
No son pocos los que sospechan que si la adjudicación de la falla municipal debe salir obligatoriamente a concurso público por su cuantía económica, para llevar a cabo sus pretensiones el primer paso es eliminar el concurso de bocetos, así elegir de forma unilateral la “colaboración de otras disciplinas artísticas” que entienden sería la figura del diseñador, condicionando por tanto la temática y estilo a un gusto preestablecido, para posteriormente sacar a concurso sólo su ejecución. Con esta interpretación no se dignificaría como diría el concejal el oficio al relegar de esta manera la figura del artista fallero a lo que en literatura se denomina como “negro” denigrando por tanto su oficio. Apostillando que a diferencia de lo que hacen hoy en día diversos artistas, no es lo mismo generar un binomio acordado entre ambas partes, que una imposición previa.

Al margen del grueso de artistas consultados, les dejamos algunas de las opiniones los “primeros espadas” que pertenecientes al Gremio de Artistas Falleros de Valencia, conformaron la cabeza visible de la máxima categoría de las fallas valencianas en el pasado ejercicio.

Pere Baenas, 1er Premio de la categoría Especial en 2015 y 2014, autor de la falla municipal en
2002, 2004, 2007 y 2011.

Realmente no lo entiendo. En principio creo que está bien como está, la falla del Ayuntamiento tiene que ser un reflejo de las fallas actuales y los experimentos pueden ser peligrosos. Recordemos que pasó en su momento con la falla de Dalí. Se podría plantear un concurso paralelo como se hacía antiguamente destinado a la innovación o jóvenes artistas, pero no con la falla municipal que debe ser falla, y de todos.
Me parece más importante plantear que se sepa el artista antes, en enero o febrero incluso, que esta situación. Otra opción sería ofrecerle primeramente la realización de la falla municipal al ganador del primer premio de la sección especial, o del primer premio de ingenio y gracia, esto sería un reconocimiento al artista premiando, a quien reflejó mejor la falla del momento.

Alejandro Santaeulalia, 2º Premio de la categoría Especial en 2015 y autor de la falla municipal en 2003, 2005, 2012 y 2013

Creo que es la peor de las opciones ya que todo parece indicar que se ningunea directamente al artista fallero, y en un momento donde tanto hablamos de la UNESCO los artistas falleros son parte primordial de esta fiesta y candidatura mereciéndose un respeto. Creo que tenemos actualmente la mejor o menos mala de las opciones ya que es una elección plural, aunque realmente yo buscaría que fuera una elección más democrática todavía, mostrando públicamente las propuestas presentadas y que aprovechándose la inmediatez actual de las redes sociales o vía web, fueran los valencianos quienes con un voto popular decidieran cuál será su falla.

Pedro Santaeulalia, 3er Premio de la categoría Especial en 2015, y 1º de la sección especial en los años 2002, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2011, 2013 así como autor de la falla municipal en 2001, 2009 y 2010.

No sería una mala opción siempre y cuando sea una decisión consensuada entre todos los grupos políticos del Ayuntamiento, y cuya decisión recaiga sobre un artista fallero agremiado para encabezar el proyecto. No se debe relegar a los artistas falleros como si fueran simples peones en la construcción de una falla. Pero entiendo que antes que nada lo que se debería establecer es una forma de pago lógica y no como hasta la fecha, de ser así el abanico de propuestas sería muy superior.
La elección debe ser consensuada, hasta la fecha la elección de artista ha sido siempre por unanimidad de los integrantes del jurado representado por todas las tendencias del consistorio, y eso debe ser lo primordial, un consenso.
Otro tema es la concepción de materiales o esa “cremà limpia” de la que nos hablan. Sólo hay que documentarse un poco para saber que por ejemplo si tenemos en cuenta el tiempo de combustión y los materiales, será mucho más contaminante la cremà de la falla del ayuntamiento de 2016 que la de Convento Jerusalén.

Paco Giner, 4º Premio de la categoría Especial en 2015.

Lo que veo es que el Gremio primeramente debería de preocuparse de otras cosas, como por ejemplo de dignificar el oficio, de luchar contra la piratería, o de unificar criterios en precios antes que de cómo realizar la adjudicación de la falla municipal, eso es cosa del Ayuntamiento. Yo no veo lógico lo que parece una designación “a dedo”, debería ser primeramente por unos méritos adquiridos. Para eso sería mucho más lógico que se propusiera primeramente al artista ganador de la máxima categoría del año anterior la realización de la falla municipal del año siguiente, si no puede al segundo, tercero, y así sucesivamente.

Manuel Algarra, 6º Premio de la categoría Especial en 2015 y colaborador en la falla municipal de 2014, 2015, y 2016.

Contar con un artista de contrastado prestigio internacional podría ser beneficioso para la fiesta, otro caso muy diferente sería echar mano de artistas cuya valía o currículum profesional todavía esté por demostrar y más en un proyecto de una envergadura como la falla municipal.
En otros momentos podría ser un aliciente que al ganador de la máxima categoría se le ofreciera la falla municipal del año siguiente, pero hoy en día es muy complicado por los presupuestos actuales, duplicarías el trabajo pero no podrías hacer lo mismo con el número de profesionales en el equipo.

Estas son como hemos dicho una pequeña muestra de las opiniones de algunos artistas falleros de avalado prestigio y dilatado currículum, en base a lo anticipado por el concejal de Cultura Festiva sobre la materia, junto a las intenciones hechas públicas por el actual equipo de gobierno en materia festiva.
Ahora entiendo que quedaría saber cuál es la opinión de los falleros, no sólo como vecinos de la ciudad, sino como parte fundamental e imprescindible de la fiesta fallera a los cuales se les prometió consenso en todas las decisiones que afectaran a su fiesta. Si al parecer se “solicita” o consensua una propuesta con el Gremio de Artistas Falleros ¿no se debería también consensuarla con los falleros? ¿Qué opinan los socios de gobierno municipal apartados por completo de la concejalía de Cultura Festiva? ¿Qué opinan el resto de representantes de los valencianos en el consistorio municipal?

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