La sala Iturbi del Palau de la Música se preparaba, en la tarde del sábado 28 de enero, para acoger uno de los grandes momentos del año para el mundo infantil de las Fallas. El protocolo se desplegaba para recibir con todos los honores a Clara María Parejo Pérez, una niña de 11 años de edad, estudiante de 5º de primaria, que recibiría la banda acreditativa del cargo de Fallera Mayor Infantil de Valencia para el año 2017.
Clara María dirigía sus pasos hacia el Palau a primera hora de la tarde. Y en ese momento se descubría el secreto mejor guardado: Rosa Cuarzo. Ése era el color elegido para la confección de su espolín Fallera Mayor Infantil de Valencia, tejido por la sedería Vives y Marí.
“El espolín ha sido tejido manualmente en tres turnos de trabajo, empleando aproximadamente unas 700 horas para tejer 12 metros de dicha tela. En la elección del colorido tanto del fondo, como de sus motivos florales, aparte del equipo de diseño de Vives y Marí, se ha contado con el gusto personal de la Fallera Mayor Infantil”, afirman los responsables de la empresa. “El color del fondo Rosa Cuarzo es una tonalidad de rosa suave y dulce que junto con el colorido alegre con el que se han trabajado los motivos florales consiguen una tela que encaja perfectamente con la personalidad de Clara”, subrayan.
Ya en el Palau, hay que reseñar que la Corte de Honor de la Fallera Mayor de Valencia lució el traje del siglo XVIII, confeccionado con tejidos de Vives y Marí. Raquel Alario estrenó el tercer traje oficial, del siglo XVIII, confeccionado con una seda de Garín dibujo Pinzón en color ocre y verde, y luciendo aderezo de Art Antic. Y todas ellas con el moño único, lo que volvió a suscitar los comentarios entre los asistentes.
Un Ford A Sedán de 1930, un Chevrolet Universal de 1930, un Pontiac Limousine de 1933, un Mercedes Benz 220 Saloon de 1953, un Bentley 4 1/4 de 1936 y Kissel 73 Six de 1929, los coches de ‘Antequera Classic’, transportó a las componentes de las Cortes de Honor, que lucían los trajes oficiales confeccionados con telas de Entretelares, hasta la puerta del Palau, y el Rolls Royce 25/30 de 1938 transportó a Clara María Parejo, acompañada por Pere Fuset y la mantenedora, la escritora Teresa Broseta.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó; el presidente de les Corts Valencianes, Enric Morera, y la presidenta del Palau de la Música, Glòria Tello, recibían a Clara María Parejo. Y los primeros aplausos sonaban en el hall de la sala de concierto.
La sala Iturbi iba recibiendo a su menuda audiencia y pasadas las 18 horas daba comienzo ‘El sombrerero loco’, propuesta de Dinamic Espectáculos para la exaltación infantil. Con la frase “Benvinguts al País de les Maravelles” comenzaban equilibrios imposibles y números de acrobacia ambientados en el mundo de la conocida novela de Lewis Carroll. El bien planteado espectáculo entretuvo al siempre exigente público infantil, llevando la primera parte de la tarde al descanso.
Los sones de la Banda Municipal de Valencia, dirigida por Fernando Bonete, volvieron a llevar los compases de ‘El Fallero’ hasta el Palau de la Música, uno de los momentos más bonitos de las exaltaciones. Y es que el himno fallero suena como nunca en estas dos citas. La voz de Rafael Martí Monforte volvía a ser notario de todo lo que ocurría a continuación
“El jurats nomenats a este efecte han tingut a be designar la Cort d’Honor de la Fallera Major Infantil de Valéncia en les següents chiquetes”. Con esta frase comenzaba el desfile de Rebeca Sánchez Agüera, Ariadna García García, Yaiza Aguilar Lozano, Marina Gozálvez Piquer, Claudia Navarro Martín, Yaiza Delgado Tomás, Sonia Palomera Ibáñez, Marina Cutillas Villaverde, Paloma Ayora Balaguer, Mar Ortega Sancho, Nuria Olivares Robledo y Natalia Calvo Gómez. En el escenario les esperaba el concejal Fuset, que realizaba la imposición de banda.
La voz de Rafa Martí anunciaba a continuación la presencia en la sala, acompañada por los sones de la suite del maestro Grau Vergara, de la Fallera Mayor Infantil de Valencia. Ya en el escenario, el alcalde imponía la banda a Clara María.
Hay que destacar que los niños encargados de ayudar con los ramos y bandas en el escenario fueron Celia, la hermana pequeña de Clara María, y su hermano Quico, que fue su presidente infantil el año pasado durante su reinado como fallera mayor infantil de la comisión de Zapadores-Vicente Lleó.
Los trajes de las representantes infantiles han sido realizados por la Amparo y Paz con tejidos de Entretelares. El primer traje oficial de la Corte de Honor, del siglo XIX, es una seda que lleva por nombre ‘Yaiza’. El espolín de la Fallera Mayor Infantil es obra de Vives y Marí. Las bandas de Artesanías Llobe, los aderezos de Art Antic, los cancanes, de La Llar del Fil (S. XIX) y Ma-Vi-Mar (S. XVIII), así como las peinetas de Artesanía Castillo y las manteletas de Artesanías Viana son algunos de los elementos artesanos que componen el conjunto de la indumentaria oficial. Di-Abani, Isidro Calvete, Elvira Bella, Hijas de Carmen Esteve, Camilo Miralles, Solepiel y Teresa Caballer completan el conjunto.
La ofrenda de canastillas también fue el momento elegido para la vista de la Bellesa de Fòc Infantil, Adriana Nicolás, y la Reina Infantil de las Fiestas de la Magdalena de Castellón, Berta Montañés.
Teresa Broseta Fandos fue la elegida como mantenedora de la exaltación infantil. Funcionaria de la Agencia Tributaria, es licenciada en ciencias de la educación por la Universidad de Valencia y en filología hispánica por la UNED. El año 2001 ganó el premio Carmesina de narrativa infantil con ‘La botiga del Carme’ y ha publicado cerca de cuarenta libros de narrativa infantil y juvenil, de teatro y poesía para niños, y de teatro y narrativa para adultos. Fallera de la comisión Quart-Palomar, participa con su cuadro artístico desde hace seis años en el concurso de teatro de la Junta Central Fallera y, desde hace dos, en el concurso de teatro infantil.
Broseta estableció desde el inicio de su alocución un cuento a partir del dicho africano que dice que hace falta una tribu entera para educar a una criatura. Las tribus falleras aparecieron en busca de un objetivo: la búsqueda de una niña que tuviera todas las cualidades que las cualidades que exigía un encantamiento. Y esa niña era Clara, acompañada por su Corte de Honor.
La mantenedora armó un notable discurso, conciso y muy adecuado para la audiencia a la que se enfrentaba, ofreciendo párrafos destacados a las componentes de las Cortes de Honor, y por supuesto a Clara María, a la que le deseó un reinado inolvidable.
Tras la intervención de la Teresa Broseta, se pasó a interpretar el himno de la Comunidad Valenciana, de nuevo con la voz de Mónica Bueno Muñoz, componente del Coro de la Generalitat Valenciana, y el himno de España.