La Ciudad del Artista Fallero ha acogido la presentación del proyecto ‘Per unes falles sostenibles’, impulsado por la Diputación de Valencia, la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia. El presupuesto global asciende a 250.000 euros.
La consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana, Elena Cebrián; el diputado del área de Medio Ambiente de la Diputación de Valencia, Josep Bort y el concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, junto con José Ramón Espuig, maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros, han presentado esta iniciativa conjunta que tiene por objeto impulsar el estudio de la triple vertiente de la sostenibilidad económica, ambiental y social en el ciclo de la vida fallera.
Este proyecto incluye la encuesta sociológica realizada por el Ayuntamiento de Valencia y divulgada a principios de agosto. Hay que recordar que la Interagrupación de Fallas de Valencia no reconoce este estudio, y que la Agencia de Protección de Datos sigue calificando como "muy graves" algunas de las posibles infracciones cometidas.
Se encuentra en fase de elaboración un estudio turístico en el que, según ha adelantado el edil Fuset, uno de los aspectos más buscados por el turista en las fallas es precisamente la falla, el monumento fallero.
A través del estudio del impacto económico, social y ambiental de la fiesta se obtendrá un diagnóstico global. Para obtenerlo se recabará información de todas las actividades, productos y servicios que interactúan con la economía, los aspectos sociales y medio ambiente, valorando impactos, alternativas, disponibilidad y canales de distribución. También las distintas fases de la fiesta y los entornos donde se desarrolla (la calle, casales, museos), así como los actores implicados.
Josep Bort, diputado de Medio Ambiente, realizaría una semejanza médica, indicando que el estudio será una forma de diagnosticar y aplicar la receta adecuada a la fiesta fallera, aunque no llegó a matizar cuáles eran los síntomas que han llevado a considerar que la fiesta estaba enferma.
Con los resultados se elaborará un plan de acción y un plan de seguimiento para llegar a una fiesta más sostenible. Este requisito se subraya como necesario para la salvaguarda de la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Con estos planes se buscará mejorar la repercusión en términos económicos y de ocupación, impulsar la innovación, conciliar la fiesta con los vecinos, fomentar la corresponsabilidad de los diversos actores, mejorar la imagen de la fiesta e implicar a las administraciones e institutos tecnológicos en el impulso y fomento de la sostenibilidad de la fiesta.