Un nuevo incidente, tras una extraña cesión, descubre la mutilación de parte del Ninot Indultat de 1998, poniendo en tela de juicio la salvaguarda que merece el patrimonio UNESCO de todos los valencianos, depositado gracias a los falleros en el Museo Fallero.
El mundo fallero no gana para sobresaltos, y en el día de ayer conocíamos los incidentes acontecidos en uno de los ninots indultats pertenecientes a la colección museística del Museo Fallero. Nos referimos al ninot indultat de 1998, realizado por el taller de José Latorre y Gabriel Sanz para la Falla Plaza de la Merced, donde se hacía un homenaje al explorador e investigador marino, Jacques Cousteau, y cuyos detalles, un cangrejo y una caracola, habrían sido sustraídos del conjunto.
Unos incidentes que se destapan tras la cesión al Oceanogràfic del ninot realizado por el escultor Sergio Penadés en 1988, con motivo del ‘Festival de Imagen Submarina’ celebrado el pasado mes de mayo en el Oceanogràfic de Valencia.
Apertura del expediente
Según consta en el preceptivo expediente administrativo, el 11 de mayo de 2017 Avanqua Oceanogràfic-Ágora SL. Ciudad de las Artes y las Ciencias, solicita el préstamo del Ninot Indultat, bien municipal perteneciente al Museo Fallero de Valencia, en particular el del comandante Jacques Cousteau (1998, obra de José Latorre y Gabriel Sanz) para su exhibición en el Festival Internacional de Imagen Submarina a celebrar en l'Oceanogràfic de Valencia el día 26 de mayo de 2017, día en el que el hijo menor del comandante Cousteau, Pierre Cousteau, tenía previsto acudir al Festival.
Condiciones del préstamo
En fecha 16 de mayo, la Inspectora Coordinadora de los Museos de Cultura Festiva de la concejalía de Cultura Festiva, Vicenta Expósito, emitie un informe favorable del préstamo temporal, donde se detallan los condicionantes para la cesión.
Más allá de la descripción básica del ninot expuesta en el informe: ‘Ninot indultat del comandant Jacques Cousteau (1998, obra de José Latorre i Gabriel Sanz), amb unes mesures de 100 cm x 100 cm x 210 cm. La taxació s'eleva a 30.000 €’ no existe indicación alguna sobre daño o desperfecto, por tanto, se sobreentiende que se encuentra en perfectas condiciones.
Las condiciones de préstamo serían redactadas a continuación, indicando su finalidad, el lugar, la fecha para su exposición, 26 de mayo de 2017, así como que cualquier cambio de lugar o custodia fuera comunicado con suficiente antelación, pudiendo ser rechazado este cambio.
En el punto 2 de estas condiciones se indica que la entidad prestataria tendrá que contar con una póliza de seguros a todo riesgo conocida en el argot como “clavo a clavo”, o lo que es lo mismo, asegurar la obra durante el transporte, el embalaje, desembalaje, manipulación e instalación, desde el momento de salida del ninot en fecha 26 de mayo, hasta su retorno, por un total de 30.000€ valor estimado del ninot, facilitando una copia de la póliza al servicio de Cultura Festiva con anterioridad a la salida del ninot de su ubicación.
En el punto 3 se indica que el prestatario asumirá todos los gastos del embalaje, transporte y devolución, así como que el Ayuntamiento supervisará las labores de embalaje y transporte, indicando explícitamente que de producirse cualquier incidencia se indicará en la pertinente acta de recepción, por si procediera exigir responsabilidades.
En el punto 4 se indica que el prestatario deberá adoptar las medidas necesarias que garanticen la correcta conservación y seguridad de la pieza, reservándose el Ayuntamiento (personal del Servicio de Cultura Festiva) el derecho de inspección de las condiciones de exhibición y seguridad, teniendo autoridad para retirar la pieza en el caso de no contemplarse las suficientes medidas.
Resolución del préstamo firmada con posterioridad a la cesión
La necesaria resolución para la cesión del ninot, sería firmada el 30 de mayo por la concejal delegada de Patrimonio Histórico, Gloria Tello, quien por delegación de la Junta de Gobierno es el órgano competente para otorgar la mencionada autorización, lo que supone extrañamente firmar una autorización cuatro días después de haberse expuesto el Ninot en el mencionado Festival.
Como también resulta extraño que no conste en el citado expediente, la necesaria copia de la póliza de seguro ‘clavo a clavo’, solicitada como condición sine qua non, por la Inspectora Coordinadora de los Museos de Cultura Festiva, y donde tampoco se hace constancia alguna de daños.
Reconocimiento de daños en el transporte
Según declaraciones a la cadena SER, la concejalía de cultura festiva relativiza los daños sufridos, sin detallarlos, indicando que estos se produjeron en el traslado y que no superan los 150 euros, siendo asumidos por el Oceanogràfic.
Por otra parte, se indica que las piezas que faltan no se encontraban ya en el ninot cuando se produjo la cesión, y que su reposición se había encargado con anterioridad a los artistas Latorre y Sanz tras percatarse de su falta en una de las revisiones periódicas que se realiza a los ninots del Museo Fallero.
Un hecho que no se indicó en la cesión, a pesar de estar catalogados al detalle todos los ninots, tras el trabajo encargado por el anterior equipo de gobierno a Paco Sanabria, en su calidad de licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Valencia, con el fin de ultimar los pasos necesarios para la declaración museística del Museo Fallero que se produciría en 2016.
El presupuesto para la reposición del ninot realizado en su día por Sergio Penadés, se solicitó a la empresa de los artistas José Latorre y Gabriel Sanz, y está fechada un mes después del retorno del ninot al Museo Fallero, el 6 de junio de 2017, 10 días después del día de su exposición.
Reponer las piezas originales de 1998, esta vez por los artistas encargados de construir la falla municipal 2018, tenía un coste a cargo de la Concejalía de Cultura Festiva de 302,50 euros IVA incluido.
Seguridad y presencia del propio director del Museo
Según parecen indicar las fotografías del festival celebrado en el Oceanogràfic, el ninot indultat de 1998, integrado en el patrimonio festivo de nuestra ciudad, sería expuesto sin cordón de seguridad alguno, o una protección como si tienen los ninots en el Museo Fallero que pudiera evitar que tocaran el ninot los visitantes. Un hecho que pudo a buen seguro constatar el máximo responsable del Museo Fallero, Gil Manuel Hernández, quien estaría presente en el Oceanogràfic como se mostró en las redes sociales así como en diversos medios, no poniendo según parece objeción alguna en la prevención y seguridad de un material propiedad de todos los valencianos, gracias al colectivo fallero, y parte indiscutible del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad declarado el pasado año por la UNESCO.
Reincidencias en la mutilación de ninots
No es la primera vez que esto sucede, aunque pocas veces se traslade a la opinión pública. Hace poco más de un año también pudimos ver el estado del grupo realizado por Miguel Santaeulalia Núñez para Na Jordana en 1995, donde la porra de la agente policial había sido arrancada de su mano.
No nos costa que en las citadas revisiones periódicas de ninots, indicadas por Fuset, haya constancia de este hecho, ni de su coste de reparación.
300.000 euros gastados en año y medio
Desde 2016 que culminó el proceso de declaración museística iniciado por Francisco Lledó, el Museo Fallero ha visto incrementadas sus dotaciones económicas de forma sustancial. Una declaración que el actual concejal calificaba de buena noticia “porque podremos aspirar a fondos económicos para modernizar sus instalaciones o conservar sus fondos únicos” declaraba Pere Fuset. Unos fondos que a día de hoy no tenemos conocimiento alguno de que hayan llegado, más allá de los invertidos del erario público, restados presuntamente de otras partidas, y que desde mayo de 2016 asciende a casi 300.000 euros.
El museo dirigido actualmente por Gil Manuel Henández se ha gastado desde 60.461,28 € en pintar y restaurar la fachada, a 31.521,71 € en cambiar la iluminación de las salas, pasando por 21.240,34 € de la pintura mural también de la fachada, los 20.750,82 € en diseño gráfico, 12.100,00 € en servicios de audio guías, 14.507,90 € en un terminal informático expendedor de tickets, etc, etc hasta llegar entre las diferentes partidas a los 297.487,62 € computados hasta la fecha.
Un patrimonio de futuro incierto
Desde hace más de una década el Museo Fallero es uno de los más visitados de la ciudad, de hecho en 2015 se anunciaba un número de visitantes que rondaba las cien mil visitas anuales, asemejándolo al del IVAM.
Gracias a los falleros que han ido aportando de forma altruista un patrimonio de incalculable valor por su originalidad y particularidad propia al Museo Fallero y por ende la ciudad de Valencia, es de recibo que no podemos dejar que se desvalorizase de forma evidente, si sus protagonistas, los ninots, sufren cualquier desperfecto.
La reparación o subsanación de sus piezas no pueden nunca sustituir, como en ninguna otra obra de arte, a los originales realizados por sus autores, por ello se entiende como necesaria la correcta custodia de sus obras, y la responsabilidad máxima de sus gestores, que a día de hoy han adquirido un compromiso de salvaguarda ante la propia UNESCO.
Sabemos que a pesar de que la legislación vigente así lo ampara, en ocasiones resulta muy complicado conocer los expedientes propios de la administración. Para todo aquel que quiera cerciorarse de ello, los datos expuestos en el presente artículo los pueden encontrar en el expediente administrativo correspondiente.
