Muchos no conocían la noticia hasta que llegaron a la plaza. Se presumía un disparo más, otro día más de fiesta. Pero no fue así. El de hoy fue un disparo triste. En la plaza no sonó la música. Sonó el silencio de un minuto de los que mejor no repetir, mientras un lazo negro en la puerta de la jaula rendía homenaje al compañero tristemente desaparecido.
Las habituales caras de fiesta en el balcón previas al disparo por parte de las Falleras Mayores y sus cortes, quedaron difuminadas con el día, y después del anunciado minuto de silencio, la Fallera Mayor de Valencia, Rocío Gil Uncio, daría la orden de disparo con una palabras que esperemos no se vuelvan a repetir: ‘En memòria de la víctima de l'accident pirotècnic pot començar la mascletà’.
El disparo sería lo de menos, tampoco sería muy comprensible si lo analizáramos. Al término, Leo Ferrández, gerente de la Pirotecnia Hermanos Ferrández, elevaba sus brazos al cielo en memoria del tristemente desaparecido compañero.
Desde la Redacción de Actualidad Fallera nos unimos al dolor de familiares y amigos, así como de todos los compañeros de un oficio tan grande, como peligroso, y que merecen ser recordados por ser parte indisoluble de esta gran fiesta.