Macrodespertà, entrada de bandas y Crida desde las Torres de Serranos. Con este programa, Valencia daba la bienvenida a la fiesta de las Fallas del año 2019, un recibimiento que tenía su punto culminante con los discursos de Sara Larrazábal y Marina Civera.
De nuevo era el DJ Boccachico el encargado de poner banda sonora a los prolegómenos de la Crida, liberando los ritmos más pegadizos a través de la megafonía para el entretenimiento de los muchos que ya esperaban al comienzo del acto. Unos, pertrechados con pancartas de apoyo a sus falleras, componentes de la máxima representación de la fiesta, así como de estandartes y banderas. Y otros, cada vez más, surtidos de toda clase de bebidas y dando alas a aquellos que tildan a la Crida con el término ‘botellón’. Algo que, lejos de ser limitado o remediado, se ha convertido en costumbre.
Rondando la hora de inicio comenzaban a llegar a la plaza de los Fueros representantes del mundo político valenciano, eminentemente ediles de todo el arco municipal, así como el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Asimismo, se pudo ver a la candidata del PP a la alcaldía de Valencia, María José Catalá.
Y llegaron las máximas protagonistas de la noche. Primero serían las componentes de las Cortes de Honor, para a continuación ser las Falleras Mayores de Valencia las que accedían a la zona próxima a la grada para, en primer lugar, contemplar en la pantalla de televisión el espectáculo preparado para el inicio del evento, y posteriormente acceder a la tribuna.
Marina Civera Moreno lució para la ocasión un traje realizado por Amparo Fabra. Se trata de un modelo de inspiración del siglo XXVIII con jubón envarado con varillas naturales, puntillas en la chambra y mangas adornadas con aplicación de encajes antiguos de punto de aguja de Bruselas. Marina lució el espolín Reina en tono rosa pétalo exclusivo para ella. Como dato cabe señalar que desde hace 20 años ninguna Fallera Mayor de Valencia había lucido este cartonaje en un día tan señalado. El espolín se ha tejido con 25 colores de trama, dos verdes diferentes y cuatro metales.
Sara Larrazábal, por su parte, vistió un traje confeccionado con el espolín de dibujo Postiguet, tejido por la firma Vives y Marí sobre un fondo en seda natural color oro antiguo.
Tras recibir las llaves de la ciudad por parte del alcalde de Valencia, Joan Ribó, las Falleras Mayores pronunciaron sus respectivos discursos.
La interpretación de los himnos de la Comunidad Valenciana y de España, y la ofrenda a la Mare de Deu dels Desamparats en su Real Basílica pusieron el punto final al día de la Crida.