No era un día más. El 11 de marzo de 2004 quedó para siempre guardado en la memoria, y hoy, 15 años después, un crespón negro figuraba en el balcón consistorial hasta los inicios de la mascletà, en recuerdo de las víctimas de aquel terrible atentado.
Un disparo cuya orden sería dada por la Fallera Mayor Infantil de Valencia, Sara Larrazábal, junto a las integrantes de su Corte de Honor, acompañada por las máximas representantes de las fiestas castellonenses, Natalia Palacio y Natalia Collazos, Reinas de la Magdalena 2019.
A pie de calle, la Fallera Mayor de Valencia, Marina Civera y su Corte de Honor, se hacían la fotografía de turno con el Alcalde, Joan Ribó. Una de esas fotos que tanto se criticaba antaño por la utilización de las falleras mayores con fines partidistas…
En la ‘jaula’ los de Benicarló hicieron lo que mejor dominan. Hacer disfrutar a un público entregado con un disparo de los que gustan. Rítmico y contundente hasta ensordecer la plaza. Desde el clasicismo a la era digital, en un trayecto de pólvora que bien vale recordar para quienes sólo entiende de ruido y no de música.
En el balcón no pudieron faltar un día como hoy las Falleras Mayores de Benicarló, como también lo hicieron las de El Port de Silla, y las de la ciudad como el Parotet, La Nova d’Orriols, Horta Sud-La Costera, Sirena-Delfines, o Pintor Maella, entre otras.
También se encontraría entre los invitados la hija de Nino Bravo, lástima que no hubiera ese guiño merecido desde la playlist del concejal.