El reconocimiento a los artistas ganadores de los primeros premios de las Fallas de 2019 fue el motivo de reunión el pasado martes en el hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia. Los ganadores de las pasadas fiestas fueron homenajeados y recibieron el ‘palet’ acreditativo de sus éxitos de manos de las Falleras Mayores de Valencia, Marina Civera y Sara Larrazábal, quienes estuvieron acompañadas por el maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros de Valencia, José Ramón Espuig, y el vicepresidente 1º de la Junta Central Fallera, Javier Tejero, en sustitución del concejal Pere Fuset, ausente por problemas de salud. Precisamente, en el turno de alocuciones, Tejero fue el encargado de transmitir a los presentes unas palabras en su nombre.
El acto fue presentado por Paco Pellicer y Lucía Andrés Zarapico, quien apostilló en sus palabras el papel del fallero con respecto al artista. “La falla és el motiu principal de la nostra festa. Com vam dir l'any passat és responsabilitat dels fallers donar-vos visibilitat en un presupost digne i en condicions, no acceptant els concursos de esbossos i apostant per la falla en mayúscules. Perque si no vols falla no eres faller”. Asimismo, sobre la crisis del sector afirmó que va más allá “i les solucions reals, definitives, no són cosa dels fallers. Són cosa dels que tenen poder per a canviar les coses, per a fer-les diferents i per a millorar. Tenen el poder. Ara lo que falta es que tinguen la voluntat. Voluntat real i no lo de sempre”.
“Els fallers devem assumir el nostre lloc en la vostra professió, una professió autòctona que naix d'una festa que es diu Falles i on els fallers som això mateix, fallers, sense més. No som ni blaus, ni rojos... o millor, ni roses, ni gotes de pluja, ni taronges, ni albargines, ni brocoli... Els fallers som “fallers” i només demanaria com a fallera que les promeses electorals que favorixen als artistes fallers es complixquen d'un volta pel be de la meua festa, pel be de la vostra professió i pel be de totes les famílies que mengen gràcies a una de les professions més boniques del món: la de l'artiste faller”, dijo.
También Espuig se refirió a la crisis del artista, recordando a los profesionales que está en sus manos hacer rentable el oficio para poder vivir de él, y no sufrir como es el caso que actualmente atenaza a los talleres.
Durante la entrega de premios se vivieron momentos de emoción y de reconocimiento de los compañeros hacia sus propios compañeros. Emotivo fue el aplauso brindado a Manolo Martínez Reig a la hora de recoger sus siete banderines logrados, como también lo fue el ofrecido a Juanjo García, quien recordemos sufrió un accidente durante la plantà que lo matuvo hospitalizado. Tributo sonoro de pleitesía también recibió el veterano Paco Borja, quien, como recordó Paco Pellicer, ha decidido cortarse la coleta y jubilarse del oficio.
Los aplausos y los vítores fueron también la rúbrica que acompañó a los ganadores de los primeros premios de la sección Especial grande e infantil, Iván Tortajada y Carlos Carsí, cuyos trabajos para Maestro Gozalbo-Conde de Altea y L’Antiga de Campanar fueron las merecedoras del oro.