Con motivo de la actual situación del sector, y relacionado directamente con el artículo publicado en el Nº352 de la revista Actualidad Fallera, correspondiente al presente mes de abril de 2020 ‘Un desastre económico’, recuperamos el artículo publicado en el Nº 171 de la revista Actualidad Fallera, correspondiente al mes de diciembre de 2004.
Han pasado 16 años, los costes en algunos casos, han quedado algo desfasados, pero no así los presupuestos. Por este motivo creemos interesante recordar este artículo donde damos constancia del proceso de construcción de una falla.
¿Cuánto cuesta una falla? nos vamos de compras (II)
Texto y Fotos: Julio Fontán
La máxima categoría
Y ahora nos trasladaremos al cenit fallero, a ese estatus donde muchos sueñan y pocos llegan, la deseada sección especial.
La primera y evidente diferencia la encontramos en los materiales, el pántex ha sustituido al cartón, su densidad y peso ha provocado mayores volúmenes a igualdad de precio.
La clásica y engorrosa tarea de realizar un molde y sacar de sus entrañas el ninot de cartón, supone después del modelado y vaciado del molde, más de cuatro horas entre láminas de cartón y colas. Su valor, que no su tiempo, se reduce en el proceso del conocido como "suro blanc", aquí nos encontramos la figura revitalizada del escultor, de cuya valía y pericia oscilará su costo. Un escultor nos podrá cobrar por un ninot una media de 300€, materiales aparte.
El "suro blanc"
Un ninot en pántex puede consistir de unas cuatro planchas, cuyo valor dependiendo de su grosor, oscilará entre los 17 y 25€ la plancha; en conjunto el valor de la materia prima rondará los 75€ de coste.
Haciendo un paralelismo con el mismo ninot en cartón, la materia prima supone unos 10€ de cartón, pero la confección en barro, la posterior obtención del molde, el proceso de tirado de cartón, unión y desbarbado, suponen un tiempo estimado que haría concluir el proceso con un valor similar al proceso en pántex, pero el doble de tiempo empleado.
A partir de este momento el proceso es idéntico en su estructura, pané y gotelé, empapelado, lijado, base y pintura, haciendo simultanear ambos procesos dependiendo del presupuesto. Si la comparación la realizamos con un remate medio, el valor de 1.200€ en cartón, se duplicaría en el caso de modelado en pántex.
Por otro lado el proceso de estructura necesaria en los ninots de cartón, supone un mayor coste por su estructura hueca que en los bastidores realizados para las figuras de pántex, cuya consistencia homogénea les hace simplificar el proceso.
El desarrollo actual de modelado en pántex, ha pasado por distintos periodos desde su introducción en el mundo de las fallas; hace más de treinta años los hermanos Ferrer aprovecharon la tecnología utilizada en los embalaje farmacéuticos para comenzar un tratamiento sobre la superficie blanca que, al día de hoy, es informatizada en su máxima expresión. Desde el calor de un simple caliqueño, al filamento incandescente, hemos llegado a la época del 3D. Un dibujo, tres dimensiones y un puzzle de corchos blancos que harán nacer el corazón de una pieza, cuyo único requisito serán las manos expertas que guiarán a un cútex y una lija para esculpir sueños.
La mano de obra
El equipo de trabajo que supone un monumento de especial, hace congregar a profesionales del máximo nivel para la realización de un proyecto de semejante envergadura. Desde el nacimiento del esbozo, al completo desarrollo del proceso, el dibujante encargado desarrollará láminas y láminas de un detallado proyecto, que harán de su trabajo una base primordial en el éxito del monumento. Guionista y dibujante se disgregan en dos para formar un tándem donde su trabajo será el fiel reflejo que hará marcar las pautas de los escultores. El trabajo de ambos, digno de cualquier exposición, supondrán un incremento en el presupuesto final que rondará el 4% de éste, aunque la valoración siempre dependerá del acuerdo entre artista, dibujante y guionista.
Los profesionales del taller oscilarán respecto a la envergadura del proyecto entre 4 y 12 personas a jornada completa. El artista suele confiar en unos carpinteros de total prestigio, que realizarán el esqueleto del monumento con total solvencia y seguridad y cuyo trabajo y coste de materia prima, puede suponer el 20-25% del presupuesto.
En estos monumentos nos podemos encontrar la madera de pino, de mayor coste pero superior fiabilidad para los armazones centrales. Los escultores darán forma al proyecto llevado a cabo por artista y dibujante, y los operarios cumplimentaran las labores encomendadas.
La pintura dará el efecto final, encargándose en muchos casos a verdaderas estrellas del universo fallero, cuyos salarios pueden alcanzar entre el 5 y el 10% del presupuesto.
Como podemos ver hay una clara diferencia entre los monumentos de inferior categoría y aquellas privilegiadas obras que militan en la categoría de especial. El artista en su concepción más esencial llega a ser dibujante, carpintero, escultor, pintor y transportista de su propia obra, acompañado en su multifunción por un número máximo de dos personas. Mientras que en el camino de la máxima categoría se dispone cada vez más de un equipo de profesionales que abarcan todas las facetas de las bellas artes. Este proceder supondrá en su conclusión un 60% aproximadamente del presupuesto.
Proceso de elaboración de un ninot de falla
Paso 1 - El proceso de modelado en barro podría suponer de uno a dos días de trabajo de un artista que dominara la técnica, sus trazos sobre la superficie arcillosa puede tener el valor que firma suponga, pero ilógico sería pensar que por menos de 300€ podríamos obtener una figura de nueva creación.
Paso2 - Aplicar la escayola y bastidor a nuestro futuro ninot podría costar una jornada de un oficial, su secado y posterior vaciado daría paso al "tirar de cartón", de la nueva pieza (Paso 3). Cuatro horas entre cartón y cola, dará paso a su montaje, repasando, raspando y empapelado de la superficie del ninot (Pasos 4 y 5). Dos horas y media más tarde supondrán el previo a la preparación en blanco, tras dos o tres pasadas y una hora y media aproximadamente (Paso 6), tendremos listo nuestro ninot para lijarlo con esmero (Paso 7). Tras este paso la pintura plástica blanca dará la base definitiva (Paso 8). Desde el inicio del proceso, tras obtener la pieza en barro, habrán transcurrido dos jornadas del sueldo de un operario y media de un oficial, cuyo coste para la empresa ya habíamos estipulado que podría suponer unos 40€ diarios por parte del operario y unos 60 en caso del oficial. En caso de ya tener el molde nos supondría unos 30€ menos, sobre los 110€ totales (80 del operario y 30 del oficial) al evitar el primer y segundo paso.
Paso 9 - Sólo nos quedaría rematar el ninot con el pintado al óleo, las manos de un profesional pueden rondar entre los 30€ por figura.
Si este mismo proceso lo trasladáramos al conocido "suro blac", o lo que es lo mismo poliuretano expandido, más conocido por la marca pántex, obtendremos un abaratamiento en el proceso, evitamos los proceso del dos al cinco, y el consiguiente salario del operario (tiempo aprox. 6 horas, importe 30€). A partir de este momento el proceso será el mismo, preparación en blanco, empapelado, lijado y pintura plástica de base.
El coste de la materia prima tendrá un aumento considerable del pántex sobre el cartón, con una correlación aproximada de 15€ de cartón por 75€ de pántex. El proceso nos abarataría el coste en corcho, pero si sumamos el incremento del modelaje, paso 1, nos hacen llegar a una conclusión de los siguientes precios de manera aproximada. Un ninot de cartón tendrá un coste, si se realiza nuevo, de unos 455€ y 6 días de trabajo, mientras que el ninot realizado en pántex tendrá el mismo precio pero realizándose en tres día y medio. En estas medidas de tiempo no hemos computado los tiempos de secado y preparación, hecho que ralentiza el proceso en cartón hasta límites desesperantes.
A estos números habría que apuntillar un pequeño detalle, el bastidor de un ninot de cartón puede rondar los seis euros, mientras que en el caso del ninot en pántex sería aproximadamente la mitad dada la densidad del material.
Esta diferencia se acrecentaría de forma importante si pasamos de un ninot a un remate.
Los valores anteriormente citados, dan la explicación del por qué de la utilización del refrito en monumentos de presupuestos limitados, son demasiadas razones económicas para la originalidad del proyecto.
* Los precios y tiempos de trabajo, son siempre estimativos sobre una media.
Enigmas sin respuesta, caminos misteriosos
En el presente ejercicio y en declaración emitida por las comisiones falleras, 99 de las 377 comisiones que se presentan al concurso, refieren un presupuesto inferior a los 6.000 euros citados con anterioridad. ¿Qué extraño fenómeno paranormal nos lleva a esta extraña circunstancia?, el amor a la fiesta, la falsedad en las declaraciones para poder optar a un premio en categorías inferiores a las que por presupuesto correspondería, la contratación de profesionales de dudosa legalidad…
¿Estamos consintiendo un fraude de ley? ¿Qué seguridad tiene un monumento no realizado con unos mínimos requisitos? ¿Ampara J.C.F., o lo que es lo mismo el Ayuntamiento de la ciudad, la mentira, el fraude o la irresponsabilidad fallera? ¿Quién sería el responsable en caso de una fatal desgracia, la comisión o quien lo permite? ¿Debería existir un mínimo para poder permitir plantar un monumento?
Bajo esta última pregunta existe un precedente, la fiesta de San Juan no permite la existencia de hogueras cuyo presupuesto sea inferior a los 4.200€, si esto ocurre se les permite dos años sin plantar, respetando su ubicación y, en caso de imposibilidad, se procede a la definitiva desaparición. También nos encontramos que un artista debe demostrar su profesionalidad con su correspondiente licencia fiscal y pago de seguros sociales.
Esta medida tomada por el mundo fallero podría conllevar la desaparición de comisiones falleras cuya labor en pro de la fiesta es tan encomiable como la labor de otras muchas cuyos presupuesto son infinitamente superiores. Quizá la solución radique, como ya se ha comentado en infinidad de ocasiones, en la difícil tarea de unir comisiones falleras en pro de aunar esfuerzos.
Pero por esta misma regla a la inversa, ¿habría que crear un tope máximo en los presupuestos falleros? ¿Es lógico un concurso donde existen en litigio monumentos con una diferencia de 250.600€, más de 40 millones de las antiguas pesetas? ¿Es equitativo que otras categorías se diferencien en tan sólo 455,82€, poco más de 75.000 Pts? ¿Es justo subvencionar de igual manera al que más tiene que al que menos posee? ¿Bajo qué prisma es justo dar un 90% de premios a los más poderosos y un 30% a los más humildes?...