Seguimos conociendo a las caras de la campaña SOMOS ARTE, la cual está dedicando la firma de indumentaria Albaes a los representantes de las artes falleras. Este mes nos adentramos en el taller fallero para hablar de fallas, y lo hacemos con el laureado artista fallero Carlos Carsí García.
¿Por qué las Fallas SOMOS ARTE?
Porque pocas fiestas en el mundo pueden contemplar tantas disciplinas artísticas juntas y tan variadas como la fiesta de las Fallas. El público o todo aquel que nos visita en la semana fallera se encuentra con una variedad tremenda de expresiones artísticas en cada rincón de las poblaciones donde se celebran.
Defina el arte fallero.
El arte fallero es el arte que desarrollamos todos los profesionales de los diferentes sectores y todos los falleros con el objeto de enriquecer la fiesta.
La Casa de los Falleros le ha elegido personaje representativo del mundo de los artistas falleros. ¿Qué significa para usted?
Para mí es un verdadero placer y un orgullo que me hayan elegido a mí entre todos mis compañeros.
¿Y las fallas en su vida, qué significado tienen?
Las fallas en mi vida lo son todo, es mi día a día, vivo de ellas y para ellas, además de disfrutarlas desde que nací como fallero de mi comisión, Ramiro de Maeztu-Els Lleons.
¿Por qué decidió dedicarse al arte fallero como profesión?
Desde bien pequeño en mi familia se ha respirado falla y ha estado muy involucrada. Todos los años íbamos de visita al taller de un gran amigo de la familia, que para mí es casi como mi tío, Andrés Martorell. Y desde ahí se me despertó una enorme curiosidad por el oficio de artista fallero. Mi otra opción, he de decirlo, era ser pirotécnico.
¿Qué parte del proceso de creación de una falla es su favorito?
Yo creo que todos ellos requieren una gran atención y tienen su punto mágico. Quizá lo mejor es el inicio y el fin, cuando empiezas a preparar un proyecto y cuando lo plantas.
¿Qué ha de tener una falla para que sea, en su opinión, una falla?
Para mí una falla no sólo es volumen, es mucho más. Composición, modelado, pintura, acabado y un gran contenido crítico y satírico. No hay que olvidar cuál fue el origen del oficio.
¿Cómo definiría el ingenio y gracia?
Es indispensable y vital para que una falla sea falla. Quizá al primer impacto no sea tan evidente, pero es el ingrediente que no puede faltar. Yo no me imagino una paella valenciana sin pollo y conejo.
Usted ha logrado multitud de primeros premios a lo largo de su trayectoria en muchas secciones del concurso. ¿Se acuerda del primero que ganó?
Claro que sí. A pesar de llevar ya más de cien fallas y hogueras plantadas nunca olvidas ninguna de ellas. Ese primer primero fue en una falla infantil que plantamos en Cristóbal Sorní de Burjasot junto a dos compañeros que formábamos en aquel entonces Tot Fet.
En los años 2016 y 2019 triunfó en la sección Especial, en ambos casos con doblete de primeros premios. ¿Qué significa ese logro en su vida?
Significa haber conseguido aquello que siempre habías soñado desde niño. Soy una persona que piensa que el mejor premio es poder seguir evolucionando como profesional y aprendiendo día a día. Pero ver que consigues llegar a lo más alto es inolvidable.
Elija: la plantà o la cremà.
Como he comentado, la plantà es el final del proceso de trabajo, es el resultado del año y como artista fallero elijo la plantà. Ahora bien, la cremà tiene su magia, pones fin al año entero y renuevas ilusiones para el futuro inmediato. Viendo la cremà de una falla que has hecho revives los buenos y malos momentos que has tenido con ella. Es pura magia.
Una falla es un compendio de elementos que la hacen única como creación artística. Lo mismo podríamos decir que pasa con la indumentaria valenciana. Cómo sería su indumentaria perfecta y qué tipo de materiales escogería.
Decía antes que composición, modelado, pintura, acabado y un gran contenido crítico y satírico eran imprescindibles. Lo mismo pasa con la indumentaria. Una composición perfecta, una confección impecable, una seda valenciana de colorido apropiado, puntillas, manteletas, orfebrería y ese punto de autenticidad que da cada indumentarista creo que hace la receta a seguir.