Con el miedo en el cuerpo por la climatología, la catedral de la pólvora volvió a lucir con un tiempo perfecto para disfrutar posiblemente del mejor disparo hasta el momento.
A la orden del Algarrobo, junto a la guardaespaldas que se ha echado y que no pierde día de buscar protagonismo metiéndose en plano, las Falleras Mayores de Valencia dieron la orden de disparo a pie de calle, junto a los integrantes de ASPAYM, la Asociación de personas con lesión medular y otras discapacidades físicas de la Comunidad Valenciana.
A partir de ese instante, música para los oídos. Pirotécnica Valencina supo componer la sinfonía del fuego y lucirse como corresponde en una plaza que vibró e hizo saltar al término a sus responsables, en su pasillo de gloria hasta el balcón consistorial, donde al margen de otros invitados, se pudieron apreciar a los capitanes del Valencia CF, Carlos Soler y José Luis Gayá.