El Palacio de Congresos acogió durante la noche del 27 de enero una de las veladas más esperadas. La exaltación de la Fallera Mayor de Valencia concitó la atención del mundo fallero, que se dio cita para vivir el inicio de la cuenta atrás que nos llevará hasta el mes de marzo y la celebración de las Fallas.
Laura Mengó Hernández eligió su espolín la tonalidad negro azabache. Hasta el momento, ninguna Fallera Mayor había elegido este atrevido color para su espolín oficial, tejido en esta ocasión por Garín 1820. Uno de los colores más esperados llegaba de esta forma en un traje confeccionado por La Joia Indumentaristas, así como los lucidos por las componentes de la corte, que llevaron el dibujo Santa Sandra de Vives y Marí en colores Ivoire, Picea, Malachite, Blush, Atlantis y Ciruela.
La corte infantil y la Fallera Mayor Infantil vistieron sus segundos trajes, confeccionados por A l’Antiga, en el caso de la corte con el brocatel San Agustín de Compañía Valenciana de la Seda en colores Crema, Granate, Celeste, Mora, Aguamarina y Marino. Por su parte, Paula Medina llevó un estrecho de seda Aitana en color Caribe.
Esta cita es la primera en la que se puede comprobar en primera persona la magnífica labor del grupo de profesionales que compone el conjunto de indumentaristas oficiales y colaboradores de JCF: Artesanía Viana se encarga de las manteletas del primer traje oficial, e Hijas de Carmen Esteve de las del segundo. Ma-Vi-Mar suministra los cancanes del primer traje oficial; Margarita Vercher las enaguas, así como los cancanes y camisas para el traje del siglo XVIII; los aderezos, como es tradicional, son de Art Antic; los zapatos son obra de Creaciones Aurora; la posticería es de Realce Alta Posticería; los calcetines, Elvira Bella; los blusones, Mamá Cose; las peinetas para el traje del siglo XIX, Castillo Cinceladores; las peinetas del traje del siglo XVIII y las mantillas, Alan Indumentaria; y las puntillas de Santos Textil.
Y una vez conocidos los trajes, la cita con los coches de l’antigor aportados por el Club de Automóviles Antiguos de Valencia en la plaza del Ayuntamiento nos conducía hasta la avenida de las Cortes Valencianas, y allí hasta el Palacio de Congresos.
Entraba la corte de honor 2023 entre aplausos, y, finalmente, la Fallera Mayor de Valencia, Laura Mengó Hernández, recibida por el alcalde Ribó y el concejal Emiliano García como anfitrión, ya que entre sus responsabilidades se encuentra la presidencia del Palacio de Congresos. Laura llegaba escoltada por el concejal Galiana y por su mantenedor, Jaime Bronchud.
Les Folies de Carcaixent y su espectáculo ‘Chroma’ triunfaron como preámbulo a la exaltación. La elegante propuesta gustó mucho al respetable. A modo de los tablaux vivants decimonónicos, ‘Chroma’ mostró un recorrido cromático por blanco, azul, amarillo y rojo, entre alusiones a obras pictóricas representadas, boleros, fandangos y seguidillas, así como cant d’estil.
Con la voz de Rafa Martí Monforte y la fórmula tradicional daba comienzo la imposición de bandas. Galiana esperaba a las componentes de la corte en el escenario, donde colocó banda y joya a unas emocionadas falleras que vivían su día más esperado: Belén García García; Marta Durá Cerdá; Mar Vercher Ferrer; Cristina Madrero Soria; Laura Valero García; Gloria Chaves Montagud; Carolina Urgel Martínez; Ana María Fernández Coronel; Ana María Arce Chovares; Diana Parra Montaña; Ana Isabel Martín Oliver y Carmen Marín Peiró.
Entonces, la suite Fallera Major de Francisco Grau Vergara sonó para Laura, que encaminó sus pasos hacia el escenario como Fallera Mayor de Valencia ante la atenta mirada del mundo de las Fallas.
El alcalde le impondría la banda, una delicada obra efectuada por la firma Artesanía Bordada, y acto seguido la joya, confeccionada por Isidro Calvete. Para el anecdotario queda el poco tino del primer edil a la hora de imponer la joya, que quedó horizontal y muy lejos de cómo debería lucir. Hasta el disparo del castillo de fuegos artificiales no se subsanó esta circunstancia.
Y flores, las de las canastillas, serían objeto de todas las miradas. Se prescindía del desfile de canastillas, y los obsequios florales de las instituciones aparecían colocados ya sobre el escenario, siendo nombrados. Sí acudió al escenario, portada por Josep García Bosch, la Real Senyera regalo de Lo Rat Penat, así como las canastillas de Alicante y Castellón, durante la visita de sus respectivas reinas, y la de L’Antiga de Campanar.
El mantenedor de la exaltación mayor fue Jaime Bronchud, periodista y presidente de la falla Cádiz-Cura Femenía, quien enunció una disertación en la que se extendió de forma vital y fallera hablando de Laura y de sus doce compañeras de la corte, hilando formas de ser y características esenciales de las que ocupan la más alta representación festiva.
«No ho oblides mai, Laura, que en esta ciutat cada dia es fa de nit, perquè València necessita una excusa per a poder somiar amb tu...», sostuvo Bronchud antes de finalizar, no sin antes guardar un emotivo recuerdo hacia Voro Carsí, recientemente desaparecido.
La Pirotecnia Turís puso, con su castillo de fuegos artificiales, el punto y seguido, ya que el sábado llegará otra jornada para el recuerdo.
Hay que recordar también el espíritu solidario con el que se dotó al acto. Este año, cada persona asistente a las exaltaciones, por entrada, tenía que donar un euro, destinado a dos asociaciones solidarias que decidieron las mismas Falleras Mayores de Valencia. En el caso de la exaltación de Laura Mengó, la recaudación se entregará a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer. En el caso de la exaltación de Paula Nieto, el donativo solidario irá destinado a la asociación Payasospital.