Berta Peiró, de 23 años, estudió Relaciones Laborales y Recursos Humanos en la Universidad de Valencia. Actualmente, se dedica a gestionar el equipo de una inmobiliaria de 40 personas como responsable del departamento de Recursos Humanos. Y es la Fallera Mayor de Valencia 2025 desde el momento en el que recibió la llamada de la alcaldesa de la ciudad.

Fallera de Ribesan, Ripalda-Beneficencia-San Ramón, del barrio del Carmen, fue la máxima representante de este colectivo en su 150 aniversario, celebrado el pasado ejercicio. Y su casal se convertía en un hervidero de expectación y emoción tras la llamada de María José Catalá.

En la falla es delegada de digitalización y redes sociales. Y aunque su mayor afición son las Fallas, también le gusta mucho cocinar, la gastronomía, pasar tiempo con su familia y estar en Cullera, le relaja mucho el mar, y su plan favorito en verano es estar en la playa leyendo, también hacer deporte con sus amigos y cuidarse.

Berta se considera una persona muy alegre, divertida, organizada y que empatiza mucho con los demás. Considera que tiene la suerte de poder crear conexiones significativas con las personas, aunque las conozca desde hace poco.

«De verdad que vais a estar muy orgullosos de todas nosotras», nos decía Berta, todavía inmersa en la incredulidad de aquella que acaba de ser nombrada Fallera Mayor de Valencia; una Fallera Mayor del barrio del Carmen. «Todo mi barrio me apoya, nos lo han hecho llegar, sé que están muy orgullosos y saben que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para representar a mi barrio y a mi comisión, y dejarlo en lo más alto».

El casal de Ribesan recibía a la Corte de Honor, que se tomaba su primera foto de familia con su Fallera Mayor, y a su vez recibían a sus predecesoras en el cargo, María Estela Arlandis y su Corte de Honor.

El colofón a una tarde-noche de emociones llegaría con la entrada de Lucía García Rivera y su Corte de Honor. La imagen de las Fallas 2025 en Valencia ya estaba completa, y la alcaldesa de Valencia, junto al presidente de JCF y su directiva, inmortalizaban este instante como el inicio de un camino feliz, el que conduce hasta el mes de marzo, y en él, a la mejor fiesta del mundo.