Teruel se vistió de gala para mostrar la "Semana de Cultura y Tradiciones Populares de la Comunidad Valenciana", una semana donde nuestro folclore, juegos, artesanía, bailes, gastronomía y fiestas, fueron el eje central de una muestra elegante y jocosa.
La mañana del sábado fue la jornada estrella, un desfile multicolor tomó las calles turolense entre los vítores y aplausos de la multitud allí congregada.
En un recorrido que circuló por las principales calles de Teruel, se supo combinar la espectacularidad del folclore autóctono junto al ritmo brasileño, la elegancia rumana, el fervor italiano, la musicalidad mexicana y como no el carácter histórico festivo valenciano.
Valencia fue la encargada de cerrar un desfile con una representación de las fiestas más emblemáticas y extendidas por nuestra comunidad. Cuatro escuadras moras representaban el elixir mágico de nuestra historia, la escuadra femenina Arrayanes, los Champs, los Negrets y los BenMamats, llegaron hasta la casa consistorial turolense donde a los acordes del Centro Musical Paternense fueron recibidos por el Alcalde de la ciudad, Miguel Ferrer.
Mientras en el ayuntamiento se ofrecía una recepción oficial a todos los grupos que habían desfilado, el gentío pudo disfrutar de nuestra tradicional paella de forma gratuita para todos los allí congregados.
La jornada vespertina se desarrolló entre juegos típicos valencianos y un gran número de curiosos que se acercaron a la muestra de artesanía valenciana instalada en la Glorieta y que finalizaría horas después. Pero antes de concluir la XXI Muestra de Folclore Ciudad de Teruel quedó tiempo para el estruendo y colorido de nuestra pólvora, dando paso al cénit valenciano por excelencia, el culto al fuego escenificado en la cremà de la falla plantada por el artesano Antonio Sánchez.
Final de gala para una Muestra intensa y vistosa, donde nuestra comunidad quedará representada en un árbol autóctono plantado junto a otro en memoria de un hombre que nos dejó hace apenas dos meses y que siempre estará unido al de esta Muestra, Ramón Calvé, pulmón y corazón del esfuerzo de la ciudad de Teruel por seguir demostrando, que también existe, por suerte.