La exposición pretende mostrar los últimos trabajos escultóricos, del hijo del siempre recordado Manolo Martín. Para ello Ferrán ironiza con la altura de su padre para condicionar la exposición a unas dimensiones, que harán bajar la cabeza a más de uno. Algunos de los últimos trabajos presentados en la "798 Art Festival" de China, mostraran la evolución de un artista amante de las geometrías y que a pesar de sus largas temporadas en Nueva York, donde reside habitualmente, no renuncia al arte efímero que su origen fallero ha dotado a sus trabajos.
Tras el éxito indiscutible de la exposición del Palacio de Valeriola sobre la obra del padre, Ferrán intentará sorprender al público de la capital de España, y a todo aquel que guste de acercarse, con una obra que al igual que sucedía con su padre, no deja indiferente.