Nuestro compañero en labores informativas desde el programa el Cadafal de Radio Nou, Alejandro García, sería el encargado de presentar un acto que bajo el lema “La esperanza es un espejo colgado del futuro” nos desvelaba la gran apuesta de esta comisión torrentina para el ejercicio en curso.
Un video preliminar no ponía en aviso de esta apuesta fallera, que a pesar de lo que puedan pensar, no se trata de un proyecto innovador, ya que centra su apuesta en un origen claro y en ocasiones olvidado de la Falla en si, la crítica.
Crítica y difusión a problemas actuales como la intolerancia, el abuso sexual, las drogas, la violencia de género, el abuso de poder, la explotación laboral o las guerras en el tercer mundo.
Para la comisión de Cronista, las comisiones falleras forman, o deben formar, parte de la sociedad civil, no únicamente centrándose en la parte lúdica y festiva, si no interviniendo en la medida de sus posibilidades en mejorar esa sociedad civil de la cual formamos parte. Para ello han diseñado todo un proyecto fallero cuyos nombres propios de entidades y persona, al margen de los cabezas visibles por parte de la propia comisión como son sus presidentes Fernando Pérez y Ferran Martínez, y el del delgado en esta materia Vicente Ángel, pasamos a relatarles:
Ajuntament de Torrent, Artic, Ayuda en Acción, Centro de Orientación Familiar de Torrent, la gente de Cruz Roja Torrent, Dirección General de Familia y Mujer de la Conselleria de Justicia y Bienestar Social, Global Humanitaria, Instituto Espill, Movimiento Contra la Intolerancia, Nova Vida y Radio Municipal de Torrent. Los padrinos del Proyecto: El Langui y Mónaco (Julián Nemesio) Rapsodes y El Chojin. Todos ellos y alguna que otra colaboración más que está por venir, han hecho suyo un proyecto de esperanza que bajo el guión de José Miguel Martínez "Caste" tomará forma de falla en las manos del artesano Miguel Balaguer, y que lleva dieciséis años como artista de la comisión torrentina.
Dos son los puntos marcados por la comisión, el primero hacer reflexionar al entorno más cercano, sociedad torrentina, sobre los graves problemas de la sociedad actual, y el segundo difundir la labor de las ONGs e instituciones que trabajan para intentar paliar, y solucionar los problemas de la sociedad.
Para ello no sólo nos ofrecerán un proyecto de falla duro y crítico, si no que buscaran la difusión de un mensaje con una serie de "microproyectos" desde ahora hasta la semana fallera, donde charlas, conferencias, talleres, exposiciones, conciertos, etc. de las diversas entidades y personas colaboradoras, relataran su labor diaria y experiencias.
Todo una apuesta multidisciplinar que evidencia una vez más que las fallas no son simples asociaciones festivas, y cuya implicación en nuestra sociedad cotidiana debe ser reflejo del verdadero origen de la Falla.