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Los actos comenzaron el sábado por la mañana con la inauguración de la exposición sobre la Riada en el marco de la calle Salvador Giner y la plaza del Portal Nuevo. Fotos, periódicos y testimonios materiales de una época se asomaban a las mismas vías por donde el barro supuró sufrimiento durante aquel inolvidable 14 de octubre de 1957.
La visita de Carmen Sevilla a la iglesia de la Santísima Cruz y el posterior homenaje recibido en el casal de Na Jordana sólo fueron los prolegómenos del clímax final del día; un clímax en forma de beso sentido al cielo en recuerdo de las víctimas del agua.
La fallera mayor de Na Jordana del año 1957 también lanzó su farolillo.
A las 22 horas comenzaba un terremoto final de celebraciones que comenzaba con el encendido de 99 farolillos en recuerdo de los desaparecidos durante la Riada. Los farolillos de Piroshopping se encendían y ascendían al cielo mientras una coral interpretaba el coro de los esclavos del "Nabucco" de Verdi. Un sentimiento a flor de piel fue el denominador común de esta primera parte, que continuó con la proyección de Mirada Creativa, la cual tuvo como pantalla el edificio de Salvador Giner 9.
Fotografías del año 57 se mezclaron con imágenes del flan El Mandarín, los cómics de la época y las películas de mayor tronío.
Con un castillo de fuegos artificiales se pasó a la actuación del grupo Teatre de l´Ull, quienes con sus sonidos y animaciones pusieron el broche de oro a una más que espectacular conmemoración.