Desde su fundación en 1894, el Círculo de Bellas Artes de Valencia siempre ha estado muy relacionado con el mundo festivo de la ciudad, participando de forma activa en los festejos y, colaborando, con premios y galardones a las distintas fiestas de la ciudad intentando en todo momento, dignificarlas dando un sentido propio a sus obras y a sus premios.
En los comienzos del Círculo pertenecieron al mismo un nutrido grupo de artistas y poetas que estaban íntimamente relacionados con los ambientes festivos de la ciudad, iniciando desde los primeros años de su fundación colaboraciones con los Carnavales de la ciudad, en los que organiza durante varios años concursos de máscaras.
En 1895 plantan la falla Les Barraques, construida por el artista Eduardo Alemany junto con varios socios del Círculo.
Tras varios años sin falla, un grupo de miembros del Círculo propone al recién nombrado presidente, Antonio Fillol, la realización de una ‘falla clásica’. Participa en la construcción Ricardo Causarás, Stolz, Sanchis Arcís y Andrés Cabrelles, estando a cargo del llibret Maximiliano Thous. Esta falla consistía en una caseta de consumo instalada en el puente del Mar, estando fielmente reproducido un ‘consumero’, personaje muy conocido de la época, que descubría en en la joroba de otro ninot una sarta de morcillas y longanizas.
Hay que señalar que el Círculo, de firma discontinua, ha plantado numerosas fallas en lugares distintos de la ciudad. En su construcción participaban siempre miembros, los cuales aportaban cada uno lo mejor de sus especialidades. Uno de los más activos fue Carlos Cortina dada la proximidad de su taller, en el que muchas se construían. El obrador estaba en el Porchet de la Punyaleria, hoy calle de la Verónica, callejón cercano a la plaza de Reina.
En el año 1914, en la conocida falla Che ves a patinar colaboró el artista Francisco Marco Díaz, estando a cargo de la carpintería Carlos Cortina, y el llibret lo escribió Fausto Hernández Casajuana. En 1917 y 1918 se plantaron La barraqueta del Nano y Les flors de Nostres Jardins o cacau calent, respectivamente realizadas por Pedro Guillem y Carlos Cortina.
Unas de las fallas más celebradas son las de los años 1924/1925 en las que participan un gran número de socios, hoy todos muy reconocidos y cuyos nombres figuran en las calles y plazas de la ciudad: Benedito, Pedro Guillem, Carlos Cortina, Sanchis Arcis, Carmelo Vicent, Andrés Cabrelles, Carmelo Roda, Antonio Vercher, Maria Lambrandero (una de las primeras mujeres que aparece reseñadas en la realización de una falla), Vidal Corella, Beltrán, Canet, Ramil y Goñi Muñoz, estando a cargo del llibret Fausto Hernández Casajuana.
Como curiosidad, Soriano Izquierdo diseñó en 1976 Intimitats, obra realizada por un grupo de artistas del Círculo en el taller de Vicente Luna.
Hay cosas en la fiesta que se pierden y desaparecen, en este caso la pena es doble por la desaparición de la falla y, lo peor, la desaparición del Círculo. Una lástima.