El frio y la lluvia presente provocarían una menor presencia de las habitual de comisiones falleras al popular acto. No por ello se seguiría con el guión previsto, aunque modificando el lugar de entrega de los diferentes Bunyols honoríficos que cada año la Fallera Mayor de Valencia impone a diferentes agentes por los años de colaboración con la fiesta de las Fallas.
La tradicional exhibición preliminar contaría los agentes motorizados conocidos como "águilas", así como con la policía montada de gala, cerrando el desfile diferentes vehículos entre ellos un Renault Dauphine, coche de policía utilizado en los años 50.
Mientras los falleros congregados merendaban o volvían a sus domicilios por la incesante lluvia, las máximas representantes recorrerían las instalaciones internas del acuartelamiento, visitando el museo de la Policía Local, las dependencias de emergencias 092 y la sala de prácticas de tiro.
Concluiría la tarde con la cremà del monumento realizado por el artista Enrique Burriel.
Fotos: Alba Melero