Hay que ver cómo está el panorama. Entre las propuestas de participación ciudadana presentadas este año, algún desnaturalizado ha llegado a proponer la erección de un monolito en desagravio de aquellos que padecen las Fallas. ¡Olé sus co…! ¡Con un par! Pobre diablo o diabla, qué pena y qué lástima dan todos aquellos que sólo pueden ser felices odiando. No hay nada peor que ser ‘anti’ algo, la peor manifestación de una tara mayúscula y una deficiencia sentimental. Eixe és un sanguango!
Este Punyeter está loco de alegría. Sí, contentísimo, porque después de mucho tiempo ha comprobado que algun@s leen estas ‘punxes’. ¡Albricias! Después de tanto silencio, la respuesta al efecto punzante de ellas, aunque sólo sea un quejido, me llena de orgullo y satisfacción. Xe que bó!
Es tremendo! Va y resulta que una persona se siente aludida por una ‘punxa’ anterior de este Punyeter, referida a un ‘supuesto’ jurado, y desmiente mis chanzas hablando en primera persona. ¿Perdón? ¿Cómo sabe que se refieren a ella? Y si no es así, ¿cómo sabe que son ‘inciertas’? ¿De qué se defiende sino? Blanco y en botella. Sembla Paco l’explicaor!
¡Alucinante! Algunos llevamos tres décadas intentando que se considere a las fallas como parte de la sociedad civil. Que se nos tenga en cuenta. Que se nos valore. Y para ello hemos reclamado un tratamiento a nivel de igualdad con las asociaciones festivas y culturales de todo tipo. Y ahora, cuando se intenta regularizar las cuestiones fiscales, va y resulta que algunos miembros de estas asociaciones falleras quieren tener un trato ‘especial’ en cuestión de impuestos. Vamos, que no han tenido bastante ‘trato de favor’ después de que el ‘estado’ lleve décadas mirando hacia otro ladox. Juga, juga i voràs!
¡Algo huele a podrido en Dinamarca! Esta frase la dice Horacio en una de las más brillantes tragedias de Shakespeare: “Something is rotten in the state of Denmark”. Desde entonces, se utiliza para decir que algo raro está pasando. Y raro, raro, raro es lo que está pasando con la profesión de artista fallero. A pesar de los años que lleva en funcionamiento el grado de Artista Fallero, el relevo generacional de estos profesionales no se produce, ni mucho menos. A pesar de la ‘titulitis’ que afecta a muchos, el hábito no hace al monje. Ieeeee! deixeu treballar, xe!
Siguiendo con el tema y los refranes, también podemos aplicar aquel de: “Sabe más el diablo por viejo que por diablo”. Sólo hay que preguntar a aquellos ‘profesionales sin titulación’ que quedan en los talleres cómo tienen sus agendas de compromisos para este ejercicio. ¡Abarrotá! Y de paso preguntemos a los ‘jubilados’ si pueden o les queda tiempo para ‘echar una mano’ a algún novato más. Açò és una casa de puces sense amo!