Tenemos delante una de las mejores oportunidades de poner a las Fallas a punto, porque esta fiesta se merece ser estandarte de la actualidad. Y es que resulta que ya han pasado 20 años desde la última actualización del Reglamento Fallero.
Como podemos entender, hay ciertos aspectos que se han quedado atrás en cuanto a la evolución de la fiesta, ya que hay realidades que hace años parecerían imposibles. Ahora se nos abre una ventana, donde podemos crear un reglamento que no esté formado simplemente por ‘NOrmas’ que restrinjan la manera de proceder, sino una guía donde ver qué rango de acción podríamos tener.
Estaría bien plantearnos un reglamento que evidentemente pusiera las bases del funcionamiento, pero que a la vez pudiera acoger la diversidad que esta fiesta representa, ya que cada comisión es un mundo y meter a todas las fallas en un mismo saco es una tarea imposible. De esta manera, como el ciclo sin fin de El Rey León, es el reglamento quien dice cómo funciona el reglamento, y personalmente no me gustaría tener que esperar otros 20 años para ver la siguiente actualización.
Sí, generar un Congreso Fallero cuesta mucho tiempo y esfuerzo, y es por eso por lo que la renovación normativa de las Fallas no puede depender tan sólo de este mismo. Es la oportunidad de generar otro proceso para aportar mejoras, y no necesariamente tiene que ser un sistema diferente, sino el mismo con pequeñas etapas adicionales, como la posibilidad de crear ‘minicongresos’ cada cierto tiempo, donde se debatieran enmiendas propuestas por falleros, evitando así la necesidad de poner en marcha todos los recursos y tiempo que un congreso ‘normal’ necesita, e ir poco a poco realizando esos cambios.
Llegados a este punto, en el que he repetido hasta la saciedad “esfuerzo, tiempo y recursos”, me gustaría recordar que todo ello lo aporta gente que es fallera, voluntarios que invierten desinteresadamente muchas horas trabajando para que nuestra fiesta mejore. Sonando un poco rimbombante, de ellas y ellos depende el futuro de las Fallas, ya que según el reglamento las Fallas tendrán una manera de funcionar u otra. Tampoco quiero poner presión, que al fin y al cabo ahora mismo nos estamos saltando a la torera ciertas ‘NOrmas’ ya obsoletas del reglamento actual.
Por último, dar las gracias y desear la mayor de las suertes a la gente que forme parte de cualquiera de las fases del congreso, y pedirles desde este pequeño altavoz que piensen con vistas al futuro, y en lo diferentes y a la vez iguales que podemos ser todos dentro de este mundillo. Que actúen con la intención de aportar, que creo que es la mejor manera de hacer las cosas. En este caso soy bastante optimista y creo que podremos hacer las cosas para mejor y entendiéndonos… no sé, quizás son cosas de la edad.