Después del merecido descanso vacacional, y con las pilas cargadas, damos los últimos coletazos a 2016 y nos centramos en el nuevo ejercicio 2017. Un año más las cosas no van a ser fáciles, pero los falleros no entienden de crisis y sí de ánimos y esfuerzos, por lo que no nos cabe la menor duda de que todo va a salir perfecto.
De momento, y esto es un signo positivo, el censo de comisiones se incrementa con una nueva que, si la Asamblea no lo ha evitado, -este artículo se escribió antes de ella- llegará al colectivo con el número 381, lo que significa que alcanzaríamos el número de 384 comisiones.
Desde hace diez años un grupo de personas ha luchado por conseguir un hueco en el mundo fallero; desde entonces vienen superando cortapisas y, al parecer, acaban de ver por fin luz al final del túnel.
Montesa-Doctor Marañón, o lo que es lo mismo, Nou Patraix, cuenta ya con un censo pequeño, pero ilusionado, y un presupuesto para falla que les llevaría a secciones bajas. Como ellos confesaban, “es el inicio y dadas las fechas, y la situación, hemos de empezar por lo bajo, lo que no quiere decir que nos estanquemos en ello, ni mucho menos”.
Es una falla más, y un aliciente para todos, lo mismo que el esfuerzo de otras comisiones por subir de categoría, léase San Marcelino o Linterna-Na Robella-Barón de Cárcer.
Por lo que hemos podido detectar, el año 2017, en cuanto a falla se refiere, va ir en consonancia con 2016. Las categorías superiores cuentan con unos presupuestos igualados, lo que no quiere decir que no vayan a existir sorpresas, porque de lo contrario esto no serían fallas.
Con este final y este inicio se celebró la cita más esperada en el pabellón municipal de la Fonteta: la elección de las candidatas a Falleras Mayores de Valencia de 2017. Por una parte, Alicia y Sofía, junto a sus Cortes de Honor, se despidieron del colectivo, mientras que las nuevas representantes mayores e infantiles llegaron con gran ilusión para iniciar su sueño.
La elección de la Fuente de San Luis fue el primer paso para llegar a lo más alto, puesto que de entre todas las elegidas saldrán las dos Falleras Mayores de Valencia. En pocos días lo sabremos, porque, debido a un viaje del Sr. Ribó a Roma, será el lunes 10 de octubre cuando se produzca ‘la llamada’ y el martes 11 la proclamación.
En cuanto a la cúpula de la JCF, sólo esperar que las intenciones que se vislumbran en todos ellos nos traigan menos enfrentamientos, menos malos entendidos y menos rectificaciones. Un año da para mucho. Esperamos que haya sido de provecho todo lo ocurrido y que las aguas vuelvan al cauce necesario. Es imprescindible que la Asamblea retome su identidad y se respeten las propuestas que transmitan los presidentes. Si ha de ser soberana, que lo sea, o de lo contrario habría que empezar a pensar en medidas serias para que así lo fuese.