Carro vacío

Braulio ok

Un año más, el proceso de elección se iniciaba el pasado mes de julio, y llegado el final del mes de septiembre, tocaba dilucidar quienes formarían parte de las 26 candidatas definitivas a Falleras Mayores de Valencia 2023, siendo las 24 no elegidas como máximas representantes, componentes de las cortes de honor.

Después de la creación de la figura de Fallera Mayor de Valencia a comienzos del siglo XX, y tras el paso de más de 90 años en los que se ha ido modificando, evolucionando y modernizado el sistema, nos encontramos en el ejercicio 2022/2023, donde la ilusión de llegar a representar nuestra fiesta y nuestra ciudad sigue patente en nuestras falleras, tanto mayores como infantiles.

La Fonteta sigue siendo el lugar idóneo para la gala de elección, primero por su aforo, y después por las ventajas que ofrece esa pista tan amplia donde niñas y señoritas desfilan delante de sus falleros. Un acto largo, muy largo, en el que, a pesar de las advertencias año tras año, los tiempos no se consiguen rebajar.

Fueron casi cinco horas de inquietud por parte de las candidatas, que durante todo ese tiempo no perdieron su compostura ni su sonrisa desapareció ni un solo momento de los rostros de pequeñas y mayores.

Pero, al margen de ellas, la gala tuvo sus más y sus menos, algo que suele ser habitual cada año. Y es que el hecho de no ser seleccionada influye en los nervios de los más allegados que echan la culpa al primero que se encuentran. Y eso no es prudente ni conveniente en esos momentos. Los comentarios entre familiares de las no seleccionas suelen ser habituales, pero sin que se inculpe a personas de la organización, que nada han tenido que ver en los resultados. Tiempo habrá para el análisis.

Estamos en periodo de campaña electoral, llegan las elecciones municipales y autonómicas, y es el momento de los políticos, de ahí que la presencia en actos públicos les sea imprescindible, y lo entendemos, pero lo que no entendemos tanto es que, presuntamente, por ese motivo, entre otros que desconocemos, se les haya negado entradas a Falleras Mayores de Valencia de años anteriores. El enfado ha resultado, por decirlo de forma fina, monumental, y los ojos se han puesto sobre el presidente de JCF y la secretaria general.

Ni quito, ni pongo Rey, pero no aprobamos esa actitud por la que las protagonistas de nuestra fiesta han quedado relegadas. Y sabemos lo difícil que puede resultar quedar bien con todo el mundo, pero ellas no son todo el mundo y de alguna forma hay que seguir agradeciendo su contribución.

Lo que no podemos obviar es el comportamiento del público, incansables durante tantas horas de espera, soberbios animando sin parar a las candidatas y transmitiendo excelentes sensaciones. Casi cinco horas, que son muchas horas, animando a las candidatas con toda clase de utilería, destacando las pancartas. Y es que este colectivo fallero es incansable y persistente.

Enhorabuena a todas las elegidas, y ánimo, que ya falta muy poco para el final del camino, en el que conoceremos como conclusión el nombre de las Falleras Mayores de Valencia 2023.

Punxes okPor fin. Lo reconozco. Después de mucho tiempo sin comprenderlo, por fin he conseguido entender lo de la “Declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Fiesta de las Fallas”. Y es que esto de las Fallas, en cuanto se sale del pequeño círculo de la pasión, se convierte en un ente inmaterial, cual Alien ignoto, del que muy pocos tienen noticia, y del que muchos sólo tienen conocimiento gráfico, por fotografías, o sonoro, porque alguien les ha dicho que existen. Xe sí, com t’ho dic!

Este es el nivel de conocimiento máximo que tienen nuestros gobernantes, incluso aquellos que forman, formaron o formaban parte de los censos de algunas comisiones de falla. Al menos esa es la sensación que dan una vez ocupan puestos de gestión. Es como si todo aquello que ‘mamaron’ se les laminara en el cerebro. Me niego a pensar que nunca se embebieron de la ‘pasión’ por las Fallas. A bon sant s’encomanem!

Y todo esto viene a que los propósitos y declaraciones de ‘buenas intenciones’ acerca de los proyectos de fallas, se quedan en eso… buenas intenciones y propósitos. Después llega la realidad, y esta se convierte en un vacío sonoro, tal vez porque la ‘segunda línea’, la que ha de ‘materializar’ estos proyectos, no tiene NPI. A cal sabater, sabates de paper…

A partir de aquí, comienza el trabajo de ‘los negros’, esos que ponen negro sobre blanco los proyectos y les dan forma sin aparecer para nada en las firmas y autorías. Això es diu, treballar per al dimoni!

Mientras, nos encerramos en nuestro particular cortijo con la convicción de que somos nosotros quienes nos daremos las reglas para funcionar. ¡Crédulos irredentos! A qui s’ho digues, no s’ho creu.

Bueno, eso de que ‘nos encerramos’ no deja de ser una falacia, un ardid, con el que disfrazar que se ‘encierran’ los de siempre para que todo siga igual. O peor. Xe sí, com si garbellares aigua!

Han pasado los años, pero las caras son las mismas, con más arrugas, pero las mismas. Maquilladas con algunas incorporaciones perfectamente controladas por los grupos de presión, los ‘G’, ‘Casal’, o ‘Inter’ de turno. Açò pareix l’article 29: el que mana fa el que vol.

Efectivamente, así es. El que manda hace lo que quiere. Sólo hay que comprobar el porcentaje de trabajos ‘oficiales’ acaparados por las diferentes direcciones del gremio de artistas, sean cuales sean los miembros de estas. Si tothom fora igual, qui duria els gegants? 

Bueno, vamos a lo importante. Nos encontramos en periodo de preselecciones y ojeando la galería de preseleccionadas no puedo por menos que recordar a aquel ‘iluminado autor’ que escribió esta barbaridad para una presentación hace 20 años: “Únicament necessites vore la mitjana d’edat de les falleres majors dels darrers anys. Ha pujat considerablement. ¿Cada volta són més majors, vull dir més ancianes... Entens?”. Bienvenida sea la igualdad de oportunidades, siempre que no sea... Donar figues per bigues.

 

 

 

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